Hablar de gastronomía en Ceuta es hablar de una inmensa variedad, de un universo de sabores, de un gran número de opciones para poder levantarse de una mesa bastante satisfecho y sin tener que haber realizado un gran desembolso económico. Hay infinitas posibilidades, desde lo más selecto a lo más sencillo y no por ello de menos calidad.

Nuestra ciudad, a lo largo de la historia, ha sido paso y asentamiento de muchos pueblos. Su estratégica posición en uno de los extremos del mar Mediterráneo así lo ha favorecido. Gracias al Mare Nostrum, como le llamaban los romanos, la gastronomía caballa se llena de luz, de sabores, de matices que la hacen ser referente dentro de la cocina mediterránea.

Pero nuestra gastronomía no solamente se nutre de todo lo que le aporta el Mediterráneo. Gracias a las diferentes culturas que habitan en nuestra ciudad también aparecen sabores orientales o del norte de África. Esto nos hace disfrutar de interesantes aportaciones culinarias que provienen de la cocina árabe, judía o hindú.

En cualquier entrevista, de los más afamados chefs nacionales o internacionales, siempre citan tener como referente a lo que se denomina como cocina de mercado. A este respecto, podemos decir, sin ningún género de dudas y sin ambages, que podemos considerarnos como unos auténticos privilegiados. No es extraño ver, sobre todo en verano, como grupos de turistas, peninsulares principalmente, visitan nuestro Mercado Central para simplemente contemplar los excelentes pescados y mariscos que allí se ofrecen y con precios con muy poca competencia en la Península o en las islas.

Estos productos de primera calidad, no solo en el apartado del pescado y el marisco, sino también en frutas, verduras o carnes hacen que nuestros restaurantes, bares, hamburgueserías, etc. nos ofrezcan un sinfín de posibilidades aptas para todos los bolsillos. Evidentemente, y por nuestra particular idiosincrasia, quizás la estrella sea el tapeo que es digno de admiración para todos aquellos que nos visitan. A esto se unen particularidades como las hamburgueserías que ofrecen los camperos, los corazones o los pinchitos que tanto sorprenden y agradan a nuestros visitantes.

No por ello nos quedamos atrás en una excelente restauración con locales asequibles a todos los gustos y paladares. Desde el más exquisito gourmet al que busca menús más sencillos o familiares. Existe un amplio abanico de posibilidades que a nadie dejarán insatisfecho.